Medicina Regenerativa

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Medicina Regenerativa

La Medicina Regenerativa consiste en utilizar como herramienta para la curación, células del propio paciente. Es decir, se trata de desarrollar terapias para la regeneración o reconstrucción de tejidos dañados a partir de otros tejidos sanos del paciente.

El objetivo principal es restaurar la función de los tejidos dañados por lesiones o por el envejecimiento, y acelerar la recuperación en condiciones donde los tratamientos convencionales son limitados o insuficientes.

Esta parte de la medicina se ha ido perfeccionado en los últimos años y ha revolucionado la medicina actual. Además, el resultado es muy beneficioso para los pacientes dado que son procesos mínimamente invasivos y sencillos, sin apenas riesgos ni reacciones adversas.

Existen diversos procedimientos, y en el Instituto de Traumatología Gastaldi Orquín tenemos una amplia gana de tratamientos para cualquier tipo de lesión.

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Instituto de Traumatología Gastaldi Orquin

Factores de crecimiento o plasma rico en plaquetas (PRP)

En los últimos tiempos la terapia con factores de crecimiento ha mejorado de forma ostensible y ya son muchos los pacientes que se han beneficiado con esta técnica. Uno de los campos de la Medicina en el que se utiliza con mayor celeridad es en Traumatología para ayudar a regenerar músculos, tendones, articulaciones, etc.

España es uno de los países pioneros en el desarrollo de esta terapia. Si bien es cierto que comenzó con los deportistas de élite (Rafa Nadal, Kobe Bryant o numerosos jugadores de fútbol) en la actualidad se ha extendido a todo tipo de pacientes ya que los resultados son muy positivos.

Debido a sus beneficios y eficacia, se esta aplicando en más campos que la Traumatología, como la Odontología, la Oftalmología y la Medicina Estética.  

Monocitos

El uso de monocitos en terapias biológicas es un tratamiento innovador, y se ha convertido en una herramienta prometedora en medicina regenerativa e inmunología, con potencial para revolucionar el tratamiento de muchas enfermedades. Con resultados clínicos equivalentes o superiores al uso de los clásicos factores de crecimiento. Con resultados clínicos equivalentes o superiores al uso de los clásicos factores de crecimiento (PRP).

Los monocitos son células del sistema inmune innato que circulan en la sangre periférica y migran a los tejidos donde se convierten en macrófagos.

Los monocitos inflamatorios y los macrófagos residentes en los tejidos son reguladores clave de la reparación, regeneración y fibrosis tisular. Después de una lesión en el tejido, los monocitos y macrófagos experimentan cambios para desempeñar roles críticos durante las fases de iniciación, mantenimiento y resolución de la reparación tisular.

Los monocitos pueden actuar como células multipotenciales a partir de la cual se puede generar hueso, cartílago, músculo o grasa.

De esta manera, el tratamiento monocitos utiliza estás células que se obtienen a partir de la sangre del propio paciente.

  • Los monocitos se pueden utilizar prácticamente en cualquier tejido lesionado. En Traumatología Deportiva, para ayudar a la reparación de lesiones musculares (tan frecuentes); así como lesiones tendinosas o de los ligamentos. En Ortopedia general, el uso más habitual es para la artrosis.

 Tras el tratamiento no existe periodo de recuperación, por lo que el paciente puede continuar con su vida normal.

Para empezar, es un proceso relativamente sencillo que se desarrolla en unos 40 minutos. Se extrae al paciente una pequeña cantidad de sangre como en una analítica y se realiza un proceso de filtro especial o aféresis a partir de cual se obtiene un plasma rico en monocitos.

Posterior e inmediatamente, el médico especializado inyectará el concentrado de monocitos, bien de forma directa o mediante un procedimiento ecoguiado (ayudado por un ecógrafo) para asegurar que los factores de crecimiento vayan al lugar exacto de la lesión.

Generalmente tan solo es preciso realizar una única infiltración.

Lo cierto es que al tratarse de una sustancia propia del organismo no se han descrito reacciones adversas ni ningún tipo de alergia.

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Células Madre Mesenquimales

La herramienta de más alto valor biológico dentro del campo de la medicina regenerativa es el tratamiento mediante células madre mesenquimales.  Esta terapia permite la regeneración de los tejidos mediante el uso de las células madre mesenquimales. Estas células madre pueden dar lugar a varios tipos de células de los tejidos esqueléticos como el cartílago, el hueso y la grasa. De ahí que sean óptimas para el restablecimiento de las funciones corporales.

Las células mesenquimales son células pluripotenciales (células “madre”) que tienen la capacidad de diferenciarse en otro tipo de células de una estirpe celular diferente. Es decir, a parte de células de la grasa o de células de la médula ósea podemos obtener otro tipo de células, como por ejemplo células de cartílago (condrocitos). Mediante este tratamiento se generarían nuevas células de cartílago que regeneran la lesión del cartílago dañado.

Se pueden utilizar prácticamente en cualquier tejido lesionado. En Medicina Regenerativa, para ayudar a la reparación de lesiones de cartílago propias de la artrosis; así como lesiones condrales en gente joven. A parte de su utilización en medicina deportiva para el tratamiento de lesiones musculares, de tendones o de ligamentos.

El proceso de extracción de las CMM lo realiza el cirujano especialista en el quirófano. Se puede utilizar como tejido donante la propia grasa del paciente o su médula ósea. Se trata de una técnica relativamente rápida que requiere sedación mínima en la mayor parte de los casos. A continuación, esas células se tratan y se le infiltran al paciente en la zona lesionada exacta para la regeneración. Tras la intervención el paciente puede irse de alta hospitalaria el mismo día del procedimiento.

El proceso de obtención de la muestra ha de realizarse en el quirófano con anestesia, por lo que se requiere un periodo de reposo de unas 24h. En ocasiones se emplea como tratamiento coadyuvante a otro proceso quirúrgico, por lo que el tiempo de recuperación dependerá del tipo de cirugía que se haya realizado (habitualmente una artroscopia).

Cartílago biológico

En este procedimiento no se utilizan células del propio paciente, si no que se emplea un colágeno puro acelular. Es una matriz de colágeno que rellena el defecto articular completamente para que las células del propio paciente crezcan y creen tejido cartilaginoso nuevo y sano. Lo que significa que solo se necesita una artroscopia (cirugía mínimamente invasiva) para realizar el procedimiento.

Se trata de una matriz extracelular compuesta por colágeno tipo I acelular. El colágeno se infiltra en la zona dañada permitiendo el paso de células propias que estimulan la creación de células de cartílago y su crecimiento en un breve espacio de tiempo. Destaca la gran versatilidad del producto, ya que se puede utilizar en cualquier tipo de articulación. Tras la implantación, el gel de colágeno debe de solidificarse para aumentar su resistencia al impacto (periodo que dura unas 3-4 semanas).

 Se utilizan en cualquier tipo de lesión condral (lesión de cartílago) focal y localizada. Está indicado en lesiones osteocondrales en pacientes jóvenes y activos.

 El procedimiento lo realiza el cirujano especialista en el quirófano. En la primera parte de la cirugía se realiza un curetaje de la lesión para extraer el cartílago dañado y preparar el lecho para la futura implantación del colágeno. Este procedimiento se suele realizar de manera artroscópica (en función del tipo de lesión). A continuación, se realiza el proceso de implantación del gel de colágeno que se adhiere a la zona lesionada. Esta cirugía se realiza de manera ambulatoria y no requiere ingreso. 

 La implantación del colágeno se realiza mediante una cirugía mínimamente invasiva (habitualmente una artroscopia). Tras la cirugía es necesario un periodo de reposo e inmovilización de la articulación durante las primeras 3-4 semanas (periodo de solidificación del gel).

Instituto de Traumatología Gastaldi Orquin

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